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General

Cambio Climático y Alergias al Polen

Las enfermedades alérgicas han ido aumentando durante las últimas décadas. Las tasas de sensibilización a polen y los síntomas más graves se han incrementado, en gran medida, como consecuencia de los impactos del cambio climático, entre cuyos efectos destacan la mayor producción de polen por parte de las plantas y su mayor abundancia en la atmósfera que respiramos.

24 de Julio de 2023

imagen de ambrosia artemisifolia
Ambrosia artemisifolia L. Especia alergénica emergente en Europa

La prevalencia de enfermedades alérgicas crece en paralelo a los desencadenantes que incluyen urbanización, industrialización, contaminación y cambio climático. Según la OMS para 2050 la mitad de la población mundial sufrirá al menos un tipo de alergia. En Europa solo la rinitis alérgica causa más de 100 millones de días de trabajo perdidos y de ausencia de los niños a la escuela en un año. Los costes estimados por no afrontar adecuadamente el diagnóstico y el tratamiento de las alergias se estiman en la UE entre 55 y 151
billones de euros al año.

presentación información alérgica en Europa con 100millones que sufren rinitis y 70 millones de habitantes sufren asma

Las alergias y el asma junto con las enfermedades infecciosas y cardiovasculares parecen estar en primera línea de las secuelas del cambio climático. El hecho de que una molécula se convierta en alérgeno polínico es un proceso en el que intervienen muchos factores sobre la base genética de la respuesta inmune. La intensidad de la respuesta alérgica puede verse influenciada por factores de riesgo ambientales como la duración y el grado de exposición al polen y la contaminación atmosférica. Las mediciones de polen en el aire se encuentran entre las series de datos de origen biológico que existen a más largo plazo, por lo que representan un valioso indicador para el seguimiento del cambio climático. Diferentes publicaciones en Europa y Estados Unidos demuestran una clara tendencia al aumento de polen atmosférico, incluyendo el de las especies alergénicas. Estas tendencias se atribuyen al aumento antropogénico de los gases de efecto invernadero, como el CO2, y así lo demuestran los trabajos experimentales. El CO2 incrementa la productividad de las plantas y este aumento también se manifiesta en la producción de polen por antera y un aumento en la intensidad y época de floración de las plantas. Además, los cambios en el aumento de las temperaturas constatan un adelanto de la estación polínica de diferentes especies. La contaminación del aire y el cambio climático también pueden tener efectos más directos sobre la salud al aumentar la cantidad de proteínas alergénicas del polen. Los niveles elevados de ciertos contaminantes, como el dióxido de nitrógeno (NO2), que está relacionado con el tráfico y por lo tanto, es más frecuente en lugares urbanos, aumentan la alergenicidad del polen, lo que también aumenta el riesgo de alergia, hecho relevante para las personas sensibilizadas.

gráfico de la tendencia del polen anual en Europa
                                     Tendencia del Indice Anual de polen por tipo polínico en Europa. Adaptado de Ziello et al., 2014, doi: 10.1071/PP00032

En España la variabilidad interanual de las concentraciones de polen, ligado a las variaciones del clima mediterráneo, requiere series de datos y períodos de análisis más largos que en zonas de climas templados más estables. La mayoría de las series de datos disponibles son todavía cortas, por ello se hace necesario mantener los registros polínicos. Los datos actuales parecen apuntar hacia un adelanto en la floración de las especies arbóreas como es el caso de Quercus y Cupressus. Estos adelantos tienen su excepción en algunas especies, como el 

aliso, que viven en la región Mediterránea pero tienen su óptimo en climas templados. Estas especies necesitan acumular horas de frío previo a la floración, por lo que el incremento de las temperaturas durante el periodo otoñal e invernal provoca el retraso y el acortamiento de la floración viendo amenazada su reproducción y la supervivencia de la especie.

En Castilla-La Mancha la serie de datos que dispone la Red de Aerobiología (AEROCAM) es corta y todavía insuficiente para sacar resultados concluyentes, no obstante, se observan algunas tendencias significativas respecto a un aumento de las concentraciones de Polen total en Albacete y en Toledo.  Algunos tipos polínicos alergénicos como es el caso de los fresnos (Fraxinus), las parietarias (Urticaceae) y los cipreses (Cupressaceae) adelantan el inicio de la estación polínica. 

Nuevas alergias al polen: el caso de la ambrosia

El caso más llamativo de especies alergénicas emergentes es el de la ambrosia, planta exótica procedente de América, cuyo polen es altamente alergénico. Esta especie se ha naturalizado y ya es bastante común en la flora regional del centro de Europa y cuya expansión se prevé en aumento. Esta expansión se reflejará en la salud humana con el incremento de las tasas de sensibilización en personas alérgicas. Así, algunas estimaciones indican que las mayores concentraciones de polen de ambrosia y una estación polínica más larga aumentarán la gravedad de los síntomas y la alergia, expandiéndose a áreas donde actualmente es poco común, como es el caso de España. Según estos estudios, la sensibilización a la ambrosia en Europa se duplicará, pasando de 33 a 77 millones de personas en el periodo 2041–2060. Esta sensibilización aumentará en los países en los que la ambrosia ya es un problema como es el caso de Hungría, pero los mayores aumentos se producirán en países como Alemania, Polonia o Francia.  

A modo de resumen, los efectos del cambio climático unidos a los cambios en la calidad del aire, la vegetación y los usos del suelo, alteran las concentraciones atmosféricas de polen, el inicio y la duración de las estaciones polínicas y su alergenicidad, convirtiendo la alergia al polen en un problema de salud común en toda Europa.

Gráficos de polen comparando Albacete y Toledo. Además gráficas de Polen de Urticaceae de Cuenca, Toledo y Guadalajara y gráficas de polen de Cupressaceae en Cuenca y Toledo y una última gráfica de polen de Fraxinus en Toledo