Con la vista puesta en 2050, y con el objeto de cumplir el objetivo de a ser un continente climáticamente neutro para dar cumplimiento al Pacto Verde Europeo, distintas empresas del sector cementero (sector clave en esta transición ecológica) y de otros sectores relevantes en la región, así como profesionales, sindicatos y administraciones, han puesto en común, a lo largo de la mañana del día 13 de febrero de 2023, los retos, las oportunidades y las debilidades a las que nos enfrentamos, con el fin de reducir las emisiones de CO2. A la vez se han puesto en común los diferentes proyectos y trabajos tanto en el ámbito energético como en el de la economía circular percibiéndose, ambos sectores, como complementarios y necesarios para alcanzar esa meta.

Por otro lado, se han analizado los últimos avances en tecnologías como las de captura, almacenamiento y uso del carbono que están tomando fuerza en la actualidad y que se presentan como oportunidad y solución para este sector tan relevante y, en último extremo, para la toda la sociedad.

La jornada se ha estructurado en dos mesas redondas:

La primera, moderada por el Director General de Transición Energética de la Consejería de Desarrollo Sostenible, Manuel Guirao Ibáñez, ha versado sobre “Tecnologías de captura, almacenamiento y uso del carbono”, con profesionales de elevada experiencia pertenecientes al CSIC, Repsol, Holcim España y Cemex España.

La segunda mesa, moderada por Javier Ariza Cantero, Director General de Economía Circular de la misma consejería, ha contado con la presencia de importantes empresas del sector del cemento y del sector de los residuos, siendo, algunos de los participantes los representantes de PreZero España, Recuperaciones Pérez, Grupo Griñó, Cemex España y Geocycle (Holcim España).

En este espacio se ha hablado de economía circular en Castilla La Mancha, y en concreto de las oportunidades y barreras que ofrece al sector cementero, de la valorización de residuos de construcción y demolición, de la importancia de la separación en origen, de las certificaciones como EMAS, del análisis del ciclo de vida, de la etiqueta ecológica, y otras cuestiones de interés en este ámbito. Además se ha aprovechado y se han mostrado las inversiones I+D+i que se están llevando a cabo tanto en la industria cementera como en las empresas gestoras de residuos para mejorar la calidad del residuo que se destina a las fábricas de cemento, de la valorización de la energía y del agua, del ecodiseño, de la compra pública verde y, para finalizar, de la importancia de la colaboración público-privada en el recorrido pendiente para esa meta fijada en el año 2050.

De ambas mesas se concluye que la transición energética necesita de la economía circular y que no existe economía circular sin una transición energética adecuada y apropiada a las necesidades de los sectores relevantes en la región.