LA IMPORTANCIA DE LA GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN LA ECONOMIA CIRCULAR
Hoy 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje para concienciar a la sociedad sobre la importancia de tratar los residuos como corresponden para proteger el medio ambiente. Es importante conocer cómo una buena gestión de los residuos contribuye a la mejora económica y ambiental de los territorios. Hoy hablamos de necesidad y beneficios de una correcta gestión de los residuos
17 de Mayo de 2022
Cada vez se hace más latente la necesidad de llevar a cabo una buena gestión de residuos y participar de la cadena de gestión, tanto para cumplir con la normativa como para evitar las negativas consecuencias ambientales, sociales y económicas que las malas prácticas conllevan. Es necesario que administraciones, empresas y ciudadanía den un paso adelante por una buena gestión, cada uno en las medidas de sus competencias y oportunidades, y demos cumplimiento a la jerarquía de residuos.
La jerarquía de residuos es un concepto que indica el tipo y prioridad de tratamiento que debe recibir un residuo. Su finalidad principal en proteger el Medio Ambiente y para ello es básico adoptar medidas para favorecer los diferentes tratamientos según esta jerarquía. Es muy importante que todos la conozcamos para que la gestión de residuos sea tan efectiva como sea posible.
1. Prevención
Porque el mejor residuo es el que no se genera, es necesario adoptar aquellas medidas y hábitos que conlleven a la prevención de este tipo todo tipo de residuos
2. Preparación para la reutilización
Utilizar de manera reiterada un objeto o sustancia es una de las mejores formas de reutilización, lo que supone una disminución en el consumo de materias primas y reducción en la generación de residuos.
3. Reciclado
Entendemos por “reciclaje” el proceso por el cual una materia o producto ya utilizado, en principio destinado al deshecho, se somete a un tratamiento para obtener una materia prima o un nuevo producto. Es decir, un desecho que se vuelve a introducir en el ciclo de producción.
4. Otro tipo de valorización (incluida la valorización energética)
En este caso, no se aprovechan los materiales que componen los residuos, sino la energía contenida en ellos.
Los materiales valorizables que contienen los residuos suponen un recurso que no debe ni puede perderse, y que tienen que recuperarse en la última etapa de la vida, cuando se transforme en residuo a través de la valorización, de manera que esos recursos puedan ser conservados para un futuro, siendo un claro ejemplo de aplicación de la economía circular.
5. Eliminación
Como última opción y con el propósito de reducirlo al mínimo, ya que resulta fundamental la recuperación de las materias primas secundarias valiosas que contienen este tipo de residuos antes de proceder a su eliminación.
La gestión de los residuos, un eje fundamental en el modelo de economía circular
Siendo la economía circular una estrategia económica y productiva cuyo objetivo es la reducción al máximo posible el uso de materias primas en los procesos de producción y con ello minimizar la generación de residuos no reciclables, tiene un pilar básico de aprovechamiento de los recursos que pasa por acciones para reducir, reutilizar, reparar y reciclar residuos
En otras palabras, la economía circular pretende superar el modelo productivo tradicional, basado en el uso de grandes cantidades de recursos, por una alternativa viable y eficiente que logre minimizar el impacto medioambiental. Con este modelo de gestión de los recursos y los residuos, la economía circular establece un ciclo circular para evitar el despilfarro de recursos que se sucede en la industria productiva. Con ello, este modelo económico otorga una relevancia cada vez mayor al beneficio social y medioambiental en busca de la sostenibilidad.
El papel del reciclaje en el modelo de la economía circular es importante ya que gracias a los procesos de reciclaje, el modelo lineal deja paso a un círculo sin fin basado en producir, usar y reciclar. Aquellos residuos recuperados con el reciclaje son reintroducidos en el propio sistema de producción, potenciando un desarrollo económico más equilibrado, sostenible y compatible con el cuidado del medio ambiente.
Sin embargo, hay que ir más allá del reciclaje. Por la jerarquía de residuos anteriormente señalada y porque el concepto de economía circular es mucho más amplio, al abarcar el ciclo completo de producción teniendo en cuenta los principios básicos del modelo como el uso eficiente de la energía y la minimización de riesgos ambientales.
La gestión de los residuos es un eje de actuación clave para la transformación del modelo abarcando desde la planificación a la implantación de medidas en el ámbito de la recogida separada, el tratamiento, la prevención, la reutilización, la valorización y el reciclaje, contribuyendo además a los objetivos fijados en las normativas europeas, nacionales y regionales en materia de residuos.
Unos ambiciosos objetivos en un corto plazo
El nuevo marco legislativo europeo establece objetivos de reciclado de residuos municipales para los años 2025, 2030 y 2035; fija nuevos objetivos para los envases y residuos de envases hasta el año 2030 y establece un objetivo máximo de vertido del 10% de los residuos generados para el 2035. Además, se avanza en la obligatoriedad de establecer sistemas de recogida selectiva, al incorporar nuevas fracciones: fracción orgánica en diciembre de 2023 y residuos textiles y residuos peligrosos del hogar en enero de 2025.
La nueva Ley de residuos 7/2022 sienta los principios de la economía circular a través de una nueva legislación básica estatal, un cambio de paradigma hacia la sostenibilidad que afectará al actual modelo económico lineal basado en la producción y venta masiva de productos, que hará repensar desde la sostenibilidad la estrategia de crecimiento de muchos sectores económicos a largo plazo y que pretende contribuir a la lucha contra el cambio climático y proteger el medio ambiente.
Se prevé que para 2025 se aumente la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales hasta un mínimo del 55% en peso, y al menos un 5% en peso respecto al total corresponderá a la preparación para la reutilización, fundamentalmente de residuos textiles, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, muebles y otros residuos susceptibles de ser preparados para su reutilización. Se prevé que para el 2030 se aumente la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales hasta un mínimo del 60% en peso, y al menos un 10% en peso respecto al total corresponderá a la preparación para la reutilización, fundamentalmente de residuos textiles, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, muebles y otros residuos susceptibles de ser preparados para su reutilización.
El primer reto al que nos enfrentamos como sociedad, es conseguir reducir la cantidad de residuos que se generan, y para ello hay que actuar en el origen, en la fase de diseño y producción, como en la etapa de distribución y venta, y finalmente en la fase de uso y consumo.
Además, el cambio en los modelos de producción debe ir acompañados de cambios en los hábitos de consumo, para lo cual será necesario desarrollar actuaciones de información, educación y concienciación.
Los beneficios de una buena gestión de residuos
Los podemos resumir en 5
– Reducción del volumen de residuos, y por lo tanto de la contaminación.
– Preservación de los recursos naturales, pues la materia reciclada se reutiliza.
-Ahorro de energía y por lo tanto reduce la dependencia del petróleo, normalmente se necesita menos energía para fabricar un producto de material reciclado que de material virgen.
– Reducción de la contaminación del aire, suelo y agua.
– Reducción de costes asociados a la producción de nuevos bienes, ya que muchas veces el empleo de material reciclado supone un coste menor que el material virgen.
Una buena correcta gestión de los residuos es clave para la transformación de la economía, para el uso eficaz de los recursos y para la sostenibilidad económica, social y ambiental