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El camino hacia el ecodiseño en Europa

En 2019 la UE impulsó la necesidad de disminuir la huella de carbono, adoptando medidas de ecodiseño en productos tales como frigoríficos, lavadoras, lavavajillas y televisores incorporando el principio de eficiencia energética y, por primera vez, incluyendo requisitos de reparabilidad y reciclabilidad mejorando, de esta manera, la vida útil de los mismos, así como los residuos generados por los electrodomésticos.

25 de Julio de 2023

bandera europea ondeando al viento

Desde entonces se ha continuado en la misma línea convencidos de que este es el camino a seguir, mejorando los requisitos a cumplir y los productos afectados para garantizar la salud del planeta, de las personas y de nuestra economía.

En 2021 se debatía el alcance y eficacia de las nuevas normas de ecodiseño y es que el elevado coste de las piezas de recambio unido a la dificultad para reparar al no contar con los planos de los aparatos, algo tan útil en la reparación de los mismos, cuestionaba el éxito de las medidas adoptadas.

El 30 de marzo de 2022, la Comisión Europea presentó una propuesta de Reglamento con el fin de derogar las actuales normas que sólo se centran en productos relacionados con la energía y fijar los requisitos de ecodiseño de la mayor parte de los productos sostenibles.

En mayo de 2023 el Consejo Europeo adopta su posición sobre la propuesta de Reglamento que establece el marco para determinar los requisitos de diseño ecológico aplicable a los productos sostenibles. Este Reglamento viene a sustituir la Directiva de 2009/125/CE ampliando su ámbito de aplicación, en cuanto a requisitos de sostenibilidad ambiental, a casi todos los productos comercializados en la UE (excluyendo alimentos, piensos, medicamentos y productos veterinarios y los vehículos de motor puesto que, estos últimos, ya tienen leyes específicas sobre su impacto) pero además, incluirá requisitos de durabilidad, reutilización, mejora y posibilidad de reparación de los productos, atención sobre la presencia de sustancias que impidan la circularidad, criterios en cuanto a la eficiencia energética y al uso de los recursos, el contenido reciclado, la refabricación y el reciclado, la huella de carbono, la huella ambiental y los requisitos de información, así como un pasaporte digital del producto.

Con este reglamento se pretende establecer un marco armonizado de requisitos según grupos específicos de productos para que, no solo sean eficientes energéticamente y en el uso de recursos (que era lo que establecía la Directiva 2009) sino que también prolongue su vida útil, los haga más fiables, reutilizables, reparables, reciclables y fáciles de mantener además de facilitar la circulación de los mismos por territorio europeo mediante un pasaporte digital que proporcione la información necesaria en cuanto a sostenibilidad se refiere empoderando al consumidor para la toma de decisiones y facilitar el trabajo de las autoridades para los controles pertinentes.

Esta posición del Consejo proporcionó a la Presidencia del Consejo un mandato para las negociaciones con el Parlamento Europeo y mejoró el marco de las competencias de la Comisión sobre establecimientos de ecodiseño.

Por su parte, el 15 de junio, la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) del Parlamento Europeo adoptó su posición sobre la revisión del marco comunitario de ecodiseño para productos sostenibles. En este informe del Parlamento se prohíbe la obsolescencia programada por lo que los fabricantes están obligados a facilitar las actualizaciones de software, consumibles, piezas de repuesto y accesorios. Además, no se podrá limitar la vida útil de los productos por características de diseño, haciéndolos fáciles de reparar y facilitando el acceso a los manuales de reparación.

Se instaura la necesidad del pasaporte del producto sin el cual no se podrán vender en la UE el cual, además de dar la información detallada del producto, facilitará su reparación y reciclaje.

Este mismo informe solicita la prohibición de la destrucción de textil, calzado y aparatos eléctricos y electrónicos sin vender incluyendo la obligación, al resto de operadores de productos, de la destruyan de productos no vendidos, debiendo informar de estas destrucciones y sus motivos.

Tal y como estaba previsto, los eurodiputados han aprobado el informe de la Comisión durante la sesión plenaria que se llevó a cabo el 12 de julio lo que ha constituido la posición negociadora del Parlamento con los gobiernos de los estados miembros de la UE sobre la forma final de legislación que aplicará y hará más sostenibles los productos.

Con todo esto se pretende hacer de los productos sostenibles la norma para ahorrar energía, mejorar la sostenibilidad del planeta, así como facilitar la toma de decisiones del consumidor.