Entrevista con Sergio Álvarez Sánchez, Consejero de Medio Ambiente REPER
La Representación Permanente (REPER) es una Embajada del Gobierno español en la capital europea, Bruselas. Una Embajada diferente a las demás, ya que somos un reflejo de la administración española. Somos funcionarios de todos los ministerios, expertos en los temas de nuestra competencia que trabajamos coordinadamente bajo las instrucciones de nuestros Embajadores y nuestros ministerios en Madrid.
Los Consejeros de la REPER (funcionarios españoles de los diferentes ministerios) se reúnen con sus homólogos de los otros 28 Estados Miembros en los denominados Grupos de Trabajo, allí se expresan y defienden las posiciones de España y también se negocian. Además, preparan las reuniones del siguiente nivel. Hay más de 150 grupos de trabajo.
24 de Junio de 2021

Desde la Dirección General de Economía Circular tenemos la fortuna de poder contar en nuestra entrevista del Boletín trimestral de noticias con Sergio Álvarez Sánchez, Consejero de Medio Ambiente en la Representación Permanente de España ante la Unión Europea, especializado en las materias relativas a los residuos y la economía circular.
Muchas gracias Sergio por tu disposición para charlar sobre economía circular. Para empezar, nos gustaría saber cuáles son los siguientes pasos impulsados desde la UE en el marco del Plan de Acción de Economía Circular, y qué prioridades se plantean.
Muchas gracias a vosotros y enhorabuena por este boletín de economía circular. Uno de los elementos principales para que este nuevo paradigma funcione es que la sociedad esté al tanto, y pueda así tomar decisiones informadas. Desde la Representación Permanente de España ante la UE es siempre un placer contribuir a esta información y a dar a conocer las decisiones que se toman en Europa, que tanta trascendencia tienen cuando se aplican a nivel nacional y regional.
El nuevo Plan de Acción de Economía Circular fue adoptado por la Comisión el pasado mes de marzo de 2020, justo coincidiendo con el inicio de la actual pandemia. Desde entonces su vocación de servir de instrumento no solo de protección ambiental, sino también de crecimiento, innovación y empleo no se ha visto más que reforzada. Es evidente que los modelos lineares de producción y consumo no son sostenibles, y la economía circular es un nuevo marco que ha venido para quedarse y es, además, fundamental para alcanzar la neutralidad climática que la UE persigue.
Hay que tener en cuenta, además, que este nuevo Plan de 2020 es de alguna manera la continuación de un primer Plan de Economía Circular que data de 2015 y del que emanó todo el llamado paquete de residuos, que tan importante está siendo para modificar la gestión de nuestros desechos. Es, por tanto, un concepto en el que se viene trabajando ya hace tiempo. El nuevo Plan de Acción de la Comisión contiene un anexo en el que se detallaban numerosas iniciativas que se irán desplegando en los próximos años.
Actualmente en el Consejo de la UE estamos trabajando en una iniciativa legislativa de gran importancia, y que constituye la primera propuesta legislativa del nuevo Plan de Acción: el nuevo Reglamento a las pilas y baterías y sus residuos y por el que se deroga la anterior Directiva 2006/66/CE sobre pilas y acumuladores y sus residuos. Esta es una propuesta de gran importancia y complejidad que constituye de alguna manera un hito en el desarrollo del concepto de circularidad, puesto que para un producto dado (las pilas y baterías en este caso, y de todos los tipos, desde las portátiles hasta las industriales de gran tamaño) se va a tratar de regular todo su ciclo de vida completo, con una visión realmente integral, desde la fase de diseño y producción, hasta su gestión cuando son residuos. Incluyendo, además, una serie de requisitos de sostenibilidad que las baterías deberán cumplir. Esto es por supuesto un desafío, y supone un alto nivel de coordinación entre varios sectores, administraciones, etc., pero si se hace adecuadamente puede marcar la pauta para otros productos en el futuro.
Además de esta propuesta, durante el segundo semestre de 2021, la Comisión presentará una Estrategia de productos textiles para la UE. El sector textil, con un gran potencial, puede tener a la vez importantes efectos adversos para el medio ambiente (uso de sustancias tóxicas, consumo elevado de recursos, falta de reutilización y reciclado). Esta estrategia ayudará a la UE en su transición hacia una economía circular climáticamente neutra, en la que los productos textiles se diseñen para ser más duraderos, reutilizables, reparables, reciclables y eficientes desde el punto de vista energético.
Otra iniciativa importante en la segunda mitad de 2021 será la relativa a la revisión de la normativa sobre traslado de Residuos. En el traslado de estos residuos pueden intervenir materiales peligrosos que son perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente. La UE cuenta ya con normativa para ello, pero a la luz del Pacto Verde y del nuevo Plan de Acción de Economía circular, se van a revisar ahora estas normas, con la finalidad de garantizar que la política de la UE sobre estos traslados promueva de manera efectiva la economía circular. La revisión también examinará maneras de reducir la exportación de residuos, mejorando las inspecciones, las medidas contra los traslados ilegales y el mayor control de traslados a países fuera de la UE. Adaptará además la normativa comunitaria al contexto internacional establecido por el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los residuos peligrosos y su eliminación.
También es importante destacar, para el segundo semestre de 2021, otra iniciativa de la Comisión, sobre Productos Sostenibles. Esta iniciativa, que revisará la Directiva sobre eco-diseño y propondrá medidas legislativas adicionales según convenga, tiene por objeto hacer más sostenibles los productos comercializados en la UE. Los consumidores, el medio ambiente y el clima se beneficiarán de productos más duraderos, reutilizables, reparables, reciclables y energéticamente eficientes. La iniciativa también abordará la presencia de sustancias químicas nocivas en productos como equipos electrónicos, muebles, o productos de la construcción entre otros.
Y estas son solo algunas de las iniciativas más inmediatas para la segunda mitad de 2021, hay otras también en espera, como una propuesta para restringir la presencia de microplásticos añadidos intencionadamente en diversos productos, para la que se está a la espera de un informe de la Agencia Europea de Productos Químicos.
Diversas iniciativas que muestran que la Economía Circular, y sus presupuestos, están aquí para quedarse y para convertirse en una seña de identidad de la UE, al igual que lo es el respeto a los derechos humanos o las políticas de bienestar social. Y la vez que se avanza en esta sostenibilidad, se fomenta la innovación y la competitividad de la UE. Es una manera de aprovechar la crisis como oportunidad y garantizar que la industria de la UE se modernice y se recupere de una manera sostenible. Pues esta recuperación será verde o no será.
Es importante, además, que esta acción de la UE no esté aislada, y que se involucre a otros actores a nivel internacional. En el Plan de Acción para la Economía Circular de marzo de 2020, la Comisión propuso una alianza mundial para identificar las carencias de conocimiento y gobernanza en el avance de una economía circular mundial y llevar adelante iniciativas de cooperación. Para ello se ha lanzado la llamada “Alianza Mundial sobre Economía Circular y Eficiencia de los Recursos” (GACERE en sus siglas en inglés), que reúne a diversos gobiernos otros actores y pretende dar un impulso mundial a las iniciativas relacionadas con la transición a la economía circular, la eficiencia de los recursos y el consumo y la producción sostenibles. Se trabajará en el fomento de esta alianza en diversos foros, como la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), donde fue presentada, o en el marco del G7/G20.
Frente a estos retos e intenciones, ¿cuáles son en tu opinión los mayores obstáculos para avanzar y transitar hacia un modelo circular en su totalidad?
Evidentemente, un cambio de paradigma no es fácil y debe estar acompañado de mayor información para los consumidores. La fase de consumo sostenible es, por ello crucial.
A la vez, es fundamental centrarse en la parte de diseño y producción sostenible, no solo en la fase final, de residuos, como se ha venido haciendo hasta ahora. Así, el mejor residuo es el que no se genera.
A la vez, es fundamental dotarse de los marcos e instrumentos normativos, dando seguridad jurídica a los distintos actores y asegurando la armonización del mercado en la UE. Este proceso de dotarse de instrumentos normativos, de marcos, es lo que está haciendo la Comisión actualmente. Y, en una siguiente fase, los Estados Miembros, al transponer o adoptar a sus marcos nacionales, las normas comunitarias. Hay que pasar de las palabras a los hechos, y la vez acompañar este proceso con información adecuada.
Otro elemento importante es aumentar la llamada simbiosis industrial, asegurando que los residuos de un proceso puedan ser productos en otro, siempre que cumplan todos los requisitos de seguridad para el medio ambiente y la salud humana, por supuesto. En este sentido, es muy importante trabajar en criterios armonizados en la UE de fin de condición de residuo y subproducto, algo que España ha venido defendiendo repetidamente.
Dentro de todas estas iniciativas europeas para el impulso de la economía circular, ¿qué estados miembros están logrando mayores avances? ¿Con qué tipo de actuaciones, regulaciones o políticas están consiguiendo destacar?
Sí puedo decir, que, desde la presentación del primer Plan de Acción de Economía Circular en 2015, el compromiso de los estados miembros no ha hecho más que crecer. Es difícil destacar unos países sobre otros, cada uno tiene realidades específicas, pero en general en todos casos se está haciendo un gran esfuerzo.
Por ejemplo, países donde había más incineración o valorización energética (que podía tener un efecto perverso de no fomentar el reciclado) están replanteándose no depender solo de estas operaciones y otros países en los que la entrada a vertedero sigue siendo mayoritaria, como España, están haciendo esfuerzos para reconducir estos flujos a otras alternativas mejores dentro de la jerarquía de residuos. Pero en todos los casos, y se ve en las discusiones del Consejo, hay un afán de mejorar.
Por supuesto, todos los estados miembros están trabajando en la transposición del llamado paquete de residuos (uno de los resultados más importantes del primer Plan de Acción de Economía Circular), que se aprobó en 2018 y que consistió en la actualización de la normativa en materia de residuos: la Directiva Marco de residuos, la de envases y residuos de envases y la de vertederos, además de modificaciones de menor calado en otras directivas.
También se incluye aquí la Directiva de Plásticos de un solo uso, que supuso un gran avance en la restricción y sustitución, por motivos ambientales, de determinados productos en el mercado y que, pesar de las reticencias que hubiera podido despertar, y precisamente por esa ambición general de la que hablaba antes, fue apoyada por todos los estados miembros y aprobada en un plazo de tiempo bastante reducido.
Pero, además, de eso, muchos países ya han elaborado (como España) o están proceso de hacerlo, sus estrategias nacionales de economía circular, para dar un marco común y coherente a todas estas actuaciones
Centrándonos en la contribución de España para la transformación de la economía que se pretende, ¿en qué posición nos situaría respecto al resto de estados? ¿Qué actuaciones, regulaciones o políticas de nuestro país han podido trascender o destacar para impulsar este nuevo modelo económico?
España está actualmente dotándose de todos los instrumentos normativos para hacer frente a esta transformación. Por un lado y ya en el 2020, se aprobó la Estrategia Española de Economía Circular.
La Estrategia es el documento en el que se establece la visión en materia de economía circular para esta década, incluyendo las grandes líneas de acción, sectores prioritarios (como la construcción, la industria, los bienes de consumo, el sector agroalimentario, pesquero y forestal, el turismo y el textil), políticas para abordarlos y objetivos a 2030.
Se irá desarrollando a través de planes de acción trienales, comenzando con un I Plan de Acción 2021-2023, que ha sido aprobado apenas hace un mes. Con un presupuesto de 1.529 millones de euros el Plan de Acción contempla 116 medidas que se pondrán en marcha a lo largo del trienio 2021-2023 para consolidar un modelo económico circular y descarbonizado, articulándose en torno a 8 ejes de actuación: producción, consumo, gestión de residuos, materias primas secundarias y reutilización del agua, sensibilización y participación, investigación, innovación y competitividad y empleo y formación.
A la vez, en este mismo marco, se ha remitido recientemente a las cortes el proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados para impulsar una economía circular y baja en carbono. El texto, que ahora se somete al debate parlamentario, sustituirá la anterior norma de 2011 e incorporará a la legislación española las últimas directivas de la Unión Europea en la materia. Entre otras cuestiones recoge limitaciones a los plásticos de un solo uso: establece restricciones a la introducción en el mercado para ciertos productos, obligaciones de reducción y de diseño, de recogida separada y información al consumidor. También fija objetivos más ambiciosos de preparación para la reutilización y reciclado de residuos municipales y establece un calendario de implantación de recogida separada de nuevos flujos, como los biorresiduos o los residuos textiles, entre otros. Igualmente, incorpora dos impuestos: uno a los envases de plástico no reutilizables y otro impuesto al vertido, coincineración e incineración de residuos para reducir al máximo estos tratamientos y apostar por la prevención, la reutilización y el reciclado.
Por otro lado, se está trabajando en la difusión de estas actividades y desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) se ha elaborado un catálogo de buenas prácticas y Boletines de economía circular, como herramientas de comunicación y dinamización de la economía circular en España. El catálogo ha identificado 42 buenas prácticas de 270 y el boletín recoge tanto las acciones emprendidas desde el propio MITERD, como aquellas puestas en marcha por las comunidades autónomas, junto a proyectos innovadores y otra información relevante para el conjunto de los sectores interesados en la economía circular.
Por último, quiero hacer una mención especial al tema del agua, de gran importancia en España. Normalmente, cuando se piensa en economía circular y reutilización o reciclado se suele hacer en términos de productos o materiales: plásticos, vidrio, papel, pero el agua también desempeña un papel fundamental, y así lo recoge la propia estrategia nacional.
En este sentido, y el marco de la normativa comunitaria, en 2020 se aprobó en la UE un Reglamento para la Reutilización de aguas residuales urbanas (agua regenerada) para el riego agrícola. Esta norma ayudará a Europa a adaptarse a las consecuencias del cambio climático. El Reglamento, del todo acorde con el concepto de la economía circular, mejorará la disponibilidad de agua y fomentará su utilización eficiente. Garantizará que haya suficiente agua disponible para el riego agrícola, en particular durante las olas de calor y las sequías más intensas, contribuyendo a evitar la pérdida de cosechas. Esta iniciativa fue defendida desde el principio por España, que es uno de los países que más agua reutiliza en Europa y que cuenta con una amplia experiencia en la materia. Tuvimos un papel decisivo en su negociación y aprobación, fomentando además el interés de muchos otros países por esta práctica que, sin tener necesariamente las condiciones climáticas del sur de Europa, sí ven en la reutilización una herramienta con gran potencial en el futuro, especialmente en el contexto de fenómenos de sequía creciente agravados por el cambio climático.
¿Sabría indicarnos si están previstos cambios en la regulación europea de la gestión de los lodos procedentes de las depuradoras de aguas urbanas? ¿En qué dirección se está planteando la gestión exigible para estos residuos?
Recientemente la Comisión ha aprobado el Plan de acción de la UE sobre «Contaminación cero para el aire, el agua y el suelo».
Dentro de las medidas que este plan contempla se encuentra la evaluación de la Directiva sobre los lodos de depuradora, con la idea de mejorar el proceso de retirada de nutrientes del agua residual y lograr reutilizar el agua y los lodos de manera más eficiente apoyando una agricultura más circular y menos contaminante.
En este sentido las normas de la UE (una directiva del año 86) tenían por objeto garantizar que el uso de lodos de depuradora en la agricultura no dañara el medio ambiente, los animales y los seres humanos. No obstante, adoptada hace más de 30 años, la Directiva ya no se ajusta a las necesidades y expectativas actuales, como la de regular adecuadamente nuevos contaminantes detectados en los lodos (los llamados «contaminantes emergentes», como los productos farmacéuticos y los microplásticos).
La iniciativa de la Comisión evaluará la eficacia de la Directiva hasta la fecha y analizará los riesgos y oportunidades relacionados con la gestión de los lodos de depuradora en la agricultura, con la idea de proponer una revisión y actualización de la norma.
Desde su perspectiva, ¿qué recomendación haría a una comunidad autónoma como Castilla-La Mancha para seguir avanzando de forma acompasada con el impulso europeo, en esta difícil tarea de la actualización del modelo económico? ¿Qué prioridades establecería?
Castilla-La Mancha ya ha dado muchos pasos en la dirección adecuada. Por un lado, ya ha hecho un diagnóstico de su situación actual, y aprobado muy recientemente su Estrategia de Economía Circular para 2030 así como el primer Plan de Acción de Economía Circular 2021-2025 para implementar las distintas acciones planteadas. Esto se acompaña de mecanismos de evaluación y seguimiento y de concienciación y divulgación. Y demuestra el interés y la ambición de la Comunidad Autónoma en este tema y su coordinación con el marco comunitario y estatal.
La Comunidad de Castilla-La Mancha tiene, por otro lado, un gran potencial territorial y muchas posibilidades en diversos campos que van a ser claves en el futuro, como la bioeconomía, con grandes posibilidades de producción de diversos productos a partir de fuentes agrícolas y vegetales, y el aprovechamiento de los recursos forestales para generar energías alternativas. Tiene también un gran potencial de crecimiento en producción ecológica y una gran diversidad en su medio natural, un capital natural con un potencial importante.
En base a todo lo anterior, y a través del papel de la oficina de Castilla-La Mancha ante la UE, se pueden aprovechar las distintas vías de participación y financiación que se ofrecen a través de las instituciones comunitarias.
¿Cree que sería posible dotar de mayor visibilidad al trabajo promovido por Castilla-La Mancha en el seno de la Representación Permanente y las instituciones comunitarias?
Existen ya diversos mecanismos para canalizar el trabajo e interés de Castilla-La Mancha en el ámbito comunitario.
En primer lugar, la oficina regional de Castilla-La Mancha ante la UE, con la que hay una excelente colaboración, se ubica en la misma sede de la Representación Permanente de España, con lo que se facilita el contacto y la coordinación.
Además, las oficinas de las CCAA en Bruselas colaboran entre sí en el marco de la llamada CORE (Coordinación de Oficinas Regionales Españolas), un mecanismo formalizado en 2002 para fomentar la colaboración y el intercambio de información. Se estructura en una CORE General, coordinada por uno de los directores de las oficinas, según un turno rotatorio semestral, y un número variable de comisiones temáticas, coordinadas por la oficina que se ofrece voluntaria para ella.
Estas comisiones son once en la actualidad. La de "Medio Ambiente, Cambio Climático y Energía" organiza encuentros y reuniones informativas de todas las oficinas autonómicas con la Reper española, las Instituciones Europeas y otros actores en Bruselas, en su ámbito temático, aunando esfuerzos y evitando duplicidades. De esta manera se asegura un intercambio continuo y actualizado de la información que pueda ser más relevante.
Por otro lado, la participación de las Comunidades Autónomas en algunas formaciones del Consejo, incluida la de Medio Ambiente, y en sus grupos preparatorios, se regula en los Acuerdos de la Conferencia para Asuntos Relacionados con la Unión Europea (CARUE). Gracias a ellos, las CCAA pueden establecer una posición común, que se comunica en el llamado Consejo Consultivo de Medio ambiente, previamente al Consejo de la UE y se incorpora en su caso a la posición española, y pueden además participan, según un turno rotatorio semestral, en las reuniones del Consejo y de los grupos de trabajo, formando parte de la delegación española.
Hay, por otro lado, numerosos foros en los que las CCAA pueden exponer sus intereses, aunque yo destacaría el Comité de las Regiones, un organismo consultivo de la UE compuesto por representantes elegidos a escala local y regional, procedentes de los Estados miembros de la UE. A través del mismo, los representantes pueden dar a conocer su opinión sobre la legislación de la UE que repercute directamente en las regiones y ciudades.
Por tanto, existen diversos mecanismos y vías en este sentido.
Por último y para rematar esta conversación, ¿qué página web o fuente de información recomendaría a la ciudadanía para estar al tanto de los avances, trámites o propuestas de las instituciones comunitarias en materia de economía circular y el medio ambiente en general?
Existe hoy en día una gran cantidad de información accesible a través de un solo clic, lo que a veces puede ser un problema también a la hora de discriminar. No obstante, a nivel comunitario, recomendaría la página web de la Comisión Europa al respecto, muy completa y actualizada:
https://ec.europa.eu/environment/strategy/circular-economy-action-plan_en
Por otro lado, está la página web de la Plataforma sobre Economía Circular “European Circular Economy Stakeholder Platform”. Una iniciativa conjunta de la Comisión Europea y del Comité Económico y Social Europeo (EESC) dirigida específicamente a la sociedad civil, y con mucha información a nivel local y regional:
https://circulareconomy.europa.eu/platform/en
En un ámbito más académico, es interesante la página web de la fundación Elle MacArthur, que ha tenido un gran papel en el desarrollo y diseminación del concepto de economía circular:
https://www.ellenmacarthurfoundation.org/
Además, también recomendaría una página muy interesante que la Comisión tiene en funcionamiento, llamada “Have your say” precisamente para facilitar la información y participación de la ciudadanía en las distintas iniciativas que se van presentando.
https://ec.europa.eu/info/law/better-regulation/have-your-say_es
Finalmente, a nivel nacional, la página del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) también contiene información actualizada de las distintas iniciativas, https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/economia-circular/, incluyendo un boletín de carácter informativo:
Muchas gracias Sergio por tu colaboración, esperamos verte muy pronto en Castilla-La Mancha.