Entrevista con María Luisa Hernández, cofundadora y consejera delegada de Ingelia
María Luisa Hernández Latorre, ingeniera industrial Executive MBA y Máster en Dirección Financiera, es cofundadora y consejera delegada de Ingelia, una empresa que opera en el sector de la economía circular y en cuyo seno se ha desarrollado una tecnología propia para poder recuperar el carbono de los residuos y utilizarlo en la producción de biomateriales para la industria. Ingelia es líder mundial en su sector, tiene quince patentes internacionales y tres plantas industriales en España, Reino Unido y Bélgica por las cuales han recibido numerosos reconocimientos internacionales a la innovación y a la sostenibilidad.
24 de Marzo de 2022

Desde la Dirección General de Economía Circular tenemos la fortuna de poder contar en nuestra entrevista del Boletín trimestral de noticias con María Luisa Hernández con quien hablamos de economía circular, barreras y oportunidades actuales.
Muchas Gracias María Luisa, por tu tiempo, por tu buena disposición en todo momento, por tu cercanía y por abrir esos nuevos campos tanto para la investigación y la innovación como para el emprendimiento. Gracias también por poner a nuestro país en una posición privilegiada con tus investigaciones y tus tecnologías tan innovadoras. Ojalá tu empuje y entusiasmo sean contagiosos y podamos ver en un futuro próximo muchos más ejemplos como el tuyo.
Hola Maria Luisa, en primer lugar, muchas gracias por acceder a contarnos tu experiencia y tu importante labor en este ámbito tan ineludible de la economía circular.
Para comenzar cuéntanos, ¿qué os movió para iniciaros en la búsqueda de la alternativa para poder convertir los residuos en recursos? Hoy en día esto es por todos conocido, pero hace unos años no era así, ¿qué os impulsó a ello? ¿cuánto tiempo hace de aquel momento?
Empezamos con el desarrollo de la tecnología HTC (carbonización hidrotermal) en el año 2007. El proceso fue descubierto a principios del siglo XX por Friedriech Bergius que recibió el Premio Nobel por su descubrimiento. Sin embargo no se realizaron desarrollos industriales posteriores. Ingelia es la primera empresa en el mundo que ha puesto una planta HTC en funcionamiento a escala industrial. Instalamos nuestra planta en Valencia en 2009 y desde el 2010 está en operación con diferentes tipos de residuos orgánicos húmedos, lo que nos ha dado una sólida experiencia en el desarrollo industrial del HTC.
¿Puedes contarnos en qué consiste la carbonización hidrotermal (HTC) de biomasa, cuáles son los productos que obtenéis y a partir de qué tipos de residuos?
El proceso de carbonización hidrotermal que ha desarrollado Ingelia es un proceso termoquímico que funciona a 200ºC y 20 bar y en 4 horas permite la deshidratación de la materia orgánica. Entre los siete desarrollos patentados de Ingelia, se encuentran los equipos HTC y los sistemas de control de presión y temperatura, que permiten mantener estables las condiciones de proceso. El proceso recupera el carbono de cualquier tipo de materia orgánica, como biorresiduos, digestatos de plantas de biogás, lodos de depuradoras, podas, restos vegetales, restos de la industria agroalimentaria, etc, generando biocarbón de alta calidad y agua fertilizada.
Es por todos conocido el gran problema que supone la humedad de la biomasa de origen en cualquier proceso industrial, ¿cómo se solventa este problema con esta tecnología?
El proceso de carbonización hidrotermal tiene lugar en medio líquido, por tanto, la humedad de la materia prima para el proceso no representa un problema. Ingelia tiene experiencia con residuos de hasta un 85% de humedad. Tras el proceso, la humedad de la materia prima se recupera en forma de agua que contiene los nutrientes, elementos solubles, formando un agua fertilizada que puede utilizarse como biofertilzante. Dado que la tecnología HTC no evapora la humedad de la biomasa, presenta un óptimo balance energético.
¿Cuáles crees que son los puntos clave y singulares de vuestra planta en España que la hacen ser ejemplo de circularidad para otras industrias?
Uno de los puntos clave de nuestra tecnología es que provee una solución sostenible y rentable para la valorización de residuos orgánicos húmedos, evitando su transporte a vertedero. Además, genera un biocarbón que sustituye el carbón fósil de nuestra industria y que representa una materia prima equivalente sin emisiones de CO2.
Un punto importante es que la tecnología de Ingelia presenta una alta flexibilidad en el tipo de materias primas que puede tratar e independientemente de las características del residuo se generan biocarbones muy similares, lo que posibilita la producción descentralizada de biocarbón en las cantidades que necesita la industria.
Según la información consultada, tenéis desde 2010, una planta HTC industrial en España, habéis construido una segunda planta en Reino Unido y estáis construyendo dos plantas adicionales en Bélgica e Italia. ¿Tenéis previsiones de más plantas en un futuro? ¿Creéis que la creciente preocupación por la salud del planeta fomentará la implantación de más plantas como la vuestra y también la investigación en este sentido?
Hemos construido hasta la fecha tres plantas en España, Reino Unido y Bélgica y estamos trabajando en una amplia cartera de proyectos fundamentalmente en países de Europa, como Alemania, Francia, Italia y Suecia que esperamos realizar en los próximos meses junto con otros proyectos adicionales en Bélgica y España.
Gracias a que los reactores HTC son modulares y, por tanto, adaptables a las necesidades de cada cliente, la posibilidad de implantación en plantas de Residuos sólidos urbanos (RSU) y también en estaciones depuradoras de aguas residuales (EDARs) para eliminar el problema de los lodos es elevada, ¿son campos estos en los que ya trabajáis o vuestro ámbito de actuación es, actualmente, a mayor escala?
Las plantas HTC de Ingelia son modulares, esto facilita el escalado de las plantas que se hace a base de aumentar el número de reactores dependiendo de la cantidad de residuo disponible. Diseños de planta de uno o dos reactores permiten la integración de las plantas HTC en las depuradoras de aguas residuales, de manera que los lodos se transforman en biocarbón in situ. Plantas HTC con un número de reactores más elevado encajan para el tratamiento de RSU, digestatos o bioestabilizados, en función de las cantidades que se generen.
La capacidad de tratamiento de cada reactor es 350 kg/hora en base seca, pudiéndose instalar el número de reactores requeridos con el mismo tamaño, lo que facilita el escalado sin riesgo tecnológico.
Además, no dejáis de investigar. Según lo consultado, en marzo del año pasado, iniciasteis un nuevo proyecto de I+D denominado “Producción de resinas renovables a partir de biomasa residual” subvencionado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y fondos FEDER y cuyo objetivo principal es encontrar la solución innovadora para la valorización de los residuos de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos y la paja del arroz para obtener resinas renovables con mejores propiedades ignífugas y físico mecánicas. Además, desde diciembre participáis junto con otras entidades, en un proyecto de I+D+i del que sois coordinadores, denominado “Tratamiento hidrotermal de residuos para la obtención de SAF (combustibles sostenible para aviación)” así como en el proyecto “Producción de combustibles sostenibles a partir de la valorización de residuos de digestión anaerobia y fermentación alcohólica mediante la integración de procesos termoquímicos, catalíticos y biotecnológicos (UpGrees)” en consorcio con otras entidades y ambos proyectos financiados por la Ministerio de Ciencia e Innovación dentro del programa de Retos de la Sociedad. ¿Cómo crees que deben las Administraciones potenciar la innovación e investigación en el campo de la economía circular?
Efectivamente la coordinación entre investigación y desarrollo de mercado es clave para que los proyectos innovadores se desarrollen con éxito. Es importante que las empresas trabajen conjuntamente con los centros de investigación y que en la toma de decisión se incorpore la información del mercado como rentabilidad de los proyectos, normativas aplicables o acceso a la financiación. Las Administraciones Públicas tienen un papel fundamental en el fomento de la innovación, desarrollando herramientas de financiación pública para empresas innovadoras y trabajando en sistemas y procesos flexibles en la evaluación de autorizaciones y/o permisos para proyectos innovadores.
Desde vuestro punto de vista, ¿crees que la sociedad está concienciada y preparada para abandonar el modelo lineal que hemos venido arrastrando en las últimas décadas y apostar por el cambio que supone la economía circular en todos sus conceptos?
Creo que la sociedad está preparada para un modelo de economía circular y que es nuestra responsabilidad ponerlo en práctica cuanto antes con el fin de dejar un modelo maduro en funcionamiento a las próximas generaciones.
Y en esta labor de incorporación de la sostenibilidad en los procesos, ¿qué papel crees que ocupan las empresas? ¿Están, las grandes compañías concienciadas con este cambio de paradigma? ¿Crees que pueden más las oportunidades de negocio que se brindan o por el contrario pesan más las debilidades? ¿Crees adecuado el ritmo seguido por nuestro país para adaptarnos a las exigencias y mandatos que en esta materia están viniendo de Europa? ¿Cómo prevés que serán los próximos años en esta materia?
Creo que las empresas juegan el papel principal en la incorporación de medidas más sostenibles en nuestra economía y muestran un gran interés en implantar medidas más sostenibles en sus procesos, creo que es importante también asegurar la competitividad de las empresas y que las medidas sostenibles que se incorporan sean rentables y representen un vector de crecimiento para nuestra economía. En este sentido la Comisión Europea juega un papel muy activo que es fundamental, desarrollando regulaciones y nuevas normativas y poniendo a disposición fondos para el desarrollo de un plan de inversiones en nuevas tecnologías que incrementen la sostenibilidad de nuestra economía.
Cuéntanos ahora acerca de tus múltiples y merecidos reconocimientos. Como Campeona Europea de Mission Innovation Champions 2020 ¿cuáles crees que son los factores que en tu caso han hecho posible el éxito en la innovación? ¿Cuál es el reconocimiento que más ha significado para ti profesionalmente?
Ingelia ha recibido reconocimientos de instituciones internacionales de reconocido prestigio, incluyendo la Comisión Europea o la United Nations World Tourism Organization que han dado mucha visibilidad al proyecto y que han sido importantes para validar el concepto del proyecto innovador. En mi caso, los reconocimientos son a la carrera profesional e incluyen premios a la Mujer Innovadora de la Comisión Europea y del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología y el Mission Innovation en representación de la Unión Europea. Estos premios dan visibilidad a los logros conseguidos en campos que son estratégicos para nuestra sociedad, como el de la innovación y el de la sostenibilidad y creo que por ese motivo son muy importantes y los agradezco sinceramente pues ayudan a mantener la motivación, continuar el esfuerzo y a dar visibilidad a proyectos innovadores.
Teniendo en cuenta tu experiencia de más de 20 años en startups innovadoras, ¿cuál es tu consejo para las nuevas startups que están apareciendo en los diferentes ámbitos?
A las nuevas startups les daría tres consejos: el primero es que trabajen en equipo y sepan rodearse de los agentes necesarios para llevar a cabo su proyecto con éxito, incluyendo institutos de investigación, empresas en su cadena de valor, proveedores y clientes, de forma que puedan tomar las decisiones teniendo en cuenta informaciones relacionadas con su entorno. El resultado conjunto es mejor que la suma de los resultados de cada uno por separado. El segundo es que mantengan una buena comunicación con sus inversores, que entiendan sus preocupaciones y que sepan trasladarles el momento de la empresa, que sepan mantener su apoyo al proyecto. Y el tercero es que crean en su proyecto y que sean constantes, que mantengan la ambición.
Sabemos que eres socia fundadora de WAS (Women Action Sustainability), una asociación de mujeres directivas con extensa experiencia en gestión, que busca incorporar la sostenibilidad a los consejos de administración de las empresas como eje de su estrategia y desarrollo. En toda esta carrera de esfuerzo y trabajo ¿encontraste muchas barreras por ser mujer? ¿crees que sigue existiendo, además, el techo de cristal también en estos ámbitos?
La mujer está infrarrepresentada en los órganos de administración de las empresas, además se han realizado estudios que ponen de manifiesto que las empresas gestionadas por mujeres reciben menos financiación o inversión, en comparación con las empresas gestionadas por hombres. Esto por no hablar de la diferencia salarial. Creo que las mujeres debemos adquirir competencias técnicas, ser ambiciosas en nuestro día a día y no acomodarnos en situaciones que no vemos justas. En la gestión diaria, la mujer directiva se encuentra a menudo en minoría y esto afecta al desarrollo de su gestión y a la toma de decisión. Leí un artículo muy interesante esta semana sobre la asertividad. Es curioso que en los hombres se identifique como una buena competencia de gestión y en cambio esta competencia en la mujer se relacione más con la agresividad. Creo que es necesario que la mujer se incorpore a los puestos de gestión de las empresas para poder desarrollar con éxito economías innovadoras y sostenibles. No es un camino fácil, pero estamos realizando grandes avances.
Ya para finalizar, ¿alguna investigación nueva que estéis llevando a cabo, además de las mencionadas, que nos podáis dar en exclusiva?
Estamos preparando la compañía para el crecimiento rápido asegurando la instalación de las plantas HTC con suficiente rapidez y calidad. También hemos desarrollado un programa de operación y mantenimiento para nuestras plantas que incluye la automatización del proceso y asegura el rendimiento de la instalación. Todo ello para facilitar la operación a nuestros clientes que puede realizarse incluso de forma remota.