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EL CAMBIO CLIMÁTICO EN CASTILLA-LA MANCHA

En la entrevista de este primer trimestre del año, hemos conversado con Clemente Gallardo Andrés, Profesor Titular de la Universidad de Castilla-La Mancha, adscrito al Departamento de Ciencias Ambientales, donde realiza su labor docente e investigadora en materia de cambio climático

8 de Marzo de 2023

imagen de Clemente Gallardo

El cambio climático, problemática tan en boca y tan importante de interiorizar y actuar en consecuencia. El día a día nos muestra que algo está cambiando y es necesario modificar hábitos para evitar que esto siga avanzando tan rápido.

 

  • Buenos días Clemente, muchas gracias por atendernos. Comenzamos con dos preguntas que, aunque resultan ya clásicas, son fundamentales para enfocar la problemática del cambio climático: ¿podemos afirmar sin lugar a equivocarnos, que se está produciendo un cambio en el clima? ¿el origen del mismo se encuentra en la actividad humana?

Sin duda se está produciendo un cambio en el clima a un ritmo sin precedentes. Los datos científicos indican que la temperatura promedio del planeta ha aumentado en aproximadamente 1°C desde la era preindustrial, y que este aumento se ha acelerado en las últimas décadas. Además, los eventos de clima extremo, como tormentas intensas, sequías prolongadas y olas de calor, se están volviendo más comunes y severos. La evidencia científica indica que la actividad humana es la principal causa del cambio climático observado en las últimas décadas. La quema de combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón, para la generación de energía y el transporte, así como la deforestación, han aumentado significativamente la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Estos gases están provocando en primer término el calentamiento del planeta, pero también el cambio de diversos patrones climáticos que hacen cambiar a otras variables como la precipitación.

  • Entonces, ¿por qué sigue habiendo tantas personas a las que les cuesta creer los argumentos que presenta la ciencia, poniéndolos en duda? ¿Qué podemos hacer al respecto?

Hay varias razones para ello. La primera de ellas, en mi opinión, es que muchas personas están expuestas a fuentes poco fiables o sesgadas que generan confusión y dudas sobre la veracidad de los datos científicos. También hay gente que ve en las soluciones propuestas por la ciencia para mitigar el cambio climático algo que se opone a sus intereses o valores en el campo de lo político o lo económico. Para abordar esta situación, creo que se debe aumentar la educación científica tanto en el sistema educativo como en la sociedad en general. También se debe promover el acceso a información científica de calidad a través de medios confiables y accesibles para el público en general.

  • Y para los más escépticos… ¿qué evidencias, observables en nuestro día a día, podríamos identificar como consecuencias directas del cambio climático?

Las personas de cierta edad lo pueden tener más fácil, pues pueden comparar que la fenología de muchas especies es diferente a cuando eran niños, las épocas de floración han cambiado, también el momento en el que migran ciertos animales e incluso los lugares a los que se desplazan. Quienes tengan un contacto directo con la agricultura habrán observado como los cultivos necesitan un manejo diferente, época de siembra y cosecha o especies utilizadas. Aquellos que vivan cerca de zonas montañosas habrán visto cómo los glaciares y los neveros ocupan cada vez superficies más reducidas.

 

  • Atendiendo a los registros y series históricas disponibles, ¿cómo han variado las temperaturas en Castilla-La Mancha en las últimas décadas, en comparación con lo observado en otras zonas de España? ¿Estamos ante una pauta de cambio similar, o por el contrario la ubicación de nuestra Región en el centro peninsular es un factor que hace que nos afecte de una manera particular?

Los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) indican que en las últimas décadas el aumento de las temperaturas ha sido ligeramente mayor en Castilla-La Mancha que en el conjunto del país. En la región se han registrado olas de calor cada vez más largas y frecuentes, así como un aumento en el número de días en los que la temperatura ha superado los 40°C y en los valores de las temperaturas mínimas. También según la AEMET, la región ha registrado una disminución de la precipitación de alrededor del 3% desde la década de 1960. Además, se ha observado una tendencia hacia una mayor variabilidad en la distribución de la precipitación, con períodos de sequía más largos y eventos de lluvia intensa más frecuentes. Por lo general, podemos decir que los patrones de cambio climático son hasta el momento parecidos en nuestra región y las demás áreas peninsulares de España. Sin embargo, es de esperar que en los próximos años se empiece a detectar un mayor aumento en las temperaturas en Castilla-La Mancha que en las regiones costeras, pues así lo indican las proyecciones de los modelos de clima.

  • Observamos que los veranos tienden a alargarse cada vez más. ¿Podemos afirmar que este hecho efectivamente se esté produciendo?

Varios estudios han mostrado que los veranos se están alargando en todo el mundo. En el caso de España, según la AEMET, la temporada de verano se ha alargado entre 20 y 40 días desde la década de 1950. En Castilla-La Mancha, el aumento de la duración del estío está en la banda alta de este rango de valores.

  • Hasta este punto de la entrevista hemos hablado acerca de cómo ha cambiado el clima; sin embargo, lo que resulta quizás más inquietante, es tratar de establecer predicciones para el futuro. ¿Podrías resumirnos brevemente y de un modo general, cómo se hacen las proyecciones de cambio climático? ¿hasta qué punto pueden llegar a ser válidas cuando se aplican a escala regional?  

Las proyecciones de cambio climático se realizan mediante modelos climáticos, que son programas informáticos diseñados para simular el clima de la Tierra en el futuro. Estos modelos utilizan complejas ecuaciones matemáticas para representar los procesos físicos que afectan el clima, incluyendo la circulación atmosférica, los flujos de energía en la Tierra y la interacción entre la atmósfera, los océanos y la criosfera. Para hacer proyecciones de cambio climático, se introducen diferentes escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero y aerosoles en los modelos climáticos. Estos escenarios describen diferentes posibles trayectorias futuras de emisiones de gases de efecto invernadero, basadas en supuestos sobre la evolución de la economía, la demografía, la tecnología, la política y los movimientos sociales. Los modelos climáticos producen entonces una serie de resultados, como cambios en la temperatura, la precipitación, los patrones de viento y las corrientes oceánicas en diferentes partes del mundo. Estos resultados son analizados por expertos de diferentes campos para evaluar los posibles impactos del cambio climático en diferentes sectores, como la agricultura, la salud, los recursos hídricos o los ecosistemas.

Es importante, resaltar que lo que se hace son proyecciones no predicciones, porque se presentan varias posibilidades de futuro de entre las cuales solo una se materializará en la realidad dependiendo de como evolucionen esas variables socioeconómicas que comentaba antes. Por tanto, depende del comportamiento de la sociedad, es decir, de la suma de cada uno de nosotros, lo que finalmente acabe ocurriendo.

Las proyecciones de cambio climático pueden ser útiles a escala regional, pero es importante tener en cuenta que los modelos climáticos tienen limitaciones en la representación de procesos regionales y locales. Por ejemplo, las condiciones topográficas en una región determinada pueden ser difíciles de representar con precisión en un modelo climático global o regional. Por lo tanto, estas proyecciones deben ser consideradas como una herramienta para evaluar tendencias generales y posibles impactos en una región determinada, pero no como una predicción exacta del clima futuro en un lugar específico.

  • Respecto a la temperatura y las precipitaciones, ¿qué proyecciones arrojan mayoritariamente los modelos climáticos para Castilla-La Mancha? ¿Es posible hablar de una tendencia común para todo el territorio de C-LM? 

En cuanto a la temperatura, dependiendo del escenario que se materialice los modelos indican que se espera un aumento en la temperatura media anual en la región de entre 1.5 y 3 grados para el año 2050, y entre 2.5 y 6 grados para finales de siglo, en comparación con el período de referencia 1986-2005. Además, se espera que la frecuencia e intensidad de las olas de calor aumenten significativamente, con una duración de hasta 20 días adicionales de olas de calor por año para mediados de siglo y hasta 40 días adicionales para finales de siglo.

Para la precipitación se espera que el cambio en la región varíe según la época del año. Se aguarda que la precipitación invernal aumente ligeramente, mientras que la precipitación estival disminuirá. En computo multianual habría una disminución de la disponibilidad de agua. Además, se espera que los eventos de lluvia intensa sean más frecuentes, lo que podría aumentar el riesgo de inundaciones.

Castilla-La Mancha es una región relativamente grande y muy heterogénea en topografía, vegetación y otros factores locales, así que es de esperar que el clima no evolucione exactamente igual en todos sus rincones. Sin embargo, las tendencias no se apartarán mucho de lo que he comentado.

Insisto de nuevo en que lo que realizamos son proyecciones y que, por tanto, la magnitud del cambio climático dependerá en gran medida de las acciones que se tomen para reducir las emisiones y mitigar el cambio climático.

  • Respecto a un recurso tan escaso en nuestra Región como es el agua, y teniendo en cuenta los distintos escenarios de cambio climático, ¿cuáles crees que serán los principales retos a los que nos enfrentaremos en los próximos años?

Como he señalado anteriormente, las proyecciones indican una tendencia hacia un clima más cálido y seco, lo que reduciría los recursos hídricos disponibles en la región. Además, los cambios en los patrones de precipitación podrían provocar una mayor variabilidad en la disponibilidad de agua, con periodos de sequía más prolongados intercalados con episodios de lluvias torrenciales e inundaciones. En este escenario sería imprescindible una gestión más sostenible del agua, minimizando las pérdidas y optimizando su uso en todos los sectores, especialmente en el agrícola, que es el más demandante en la región. La implementación de tecnologías más eficientes en la utilización del agua será una obligación ineludible. Al afectar este asunto a diversos sectores, será imprescindible un acuerdo entre ellos para que los cambios que haya que introducir no perjudiquen en exceso a ninguna de las partes.  

  • Castilla-La Mancha cuenta con numerosos espacios naturales protegidos de gran valor. ¿Crees que los impactos ocasionados por cambio climático pueden llegar a poner en riesgo estos espacios?

Sí, es muy probable que el cambio climático tenga un impacto significativo en los espacios naturales protegidos de Castilla-La Mancha y en su biodiversidad. Los cambios en las temperaturas, la disminución de las precipitaciones y la mayor frecuencia de eventos climáticos extremos, como sequías, inundaciones y olas de calor, pueden afectar negativamente a los ecosistemas y las especies que los habitan.

Por ejemplo, la alteración del régimen hidrológico puede afectar a los humedales y los cursos de agua, así como a las especies que dependen de ellos, como aves acuáticas, anfibios o peces. Además, el aumento de la temperatura y la disminución de la humedad pueden favorecer la expansión de especies invasoras o la proliferación de plagas y enfermedades que afecten a la flora y fauna autóctonas.

En este sentido, es fundamental tomar medidas para proteger estos espacios naturales y hacer frente a los impactos del cambio climático en ellos, a través de estrategias de adaptación y mitigación. Es necesario llevar a cabo estudios específicos para evaluar los impactos del cambio climático en cada uno de los espacios protegidos y diseñar medidas de gestión y conservación que sean eficaces y sostenibles a largo plazo.

  • Teniendo en cuenta el estado actual de la técnica, así como los cambios que poco a poco se van introduciendo en nuestro tejido económico, ¿crees que son totalmente compatibles el desarrollo económico y la lucha contra el cambio climático?, Y yendo un poco más lejos, ¿crees que el hecho de no llevar a cabo ninguna acción contra el cambio climático pudiera incluso afectar negativamente a nuestro crecimiento económico?

La compatibilidad entre el desarrollo económico y la lucha contra el cambio climático es posible siempre y cuando se adopten medidas y políticas adecuadas. Es necesario promover un modelo económico sostenible y respetuoso con el medio ambiente, basado en energías renovables, la eficiencia energética, la economía circular y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, es fundamental concienciar a la sociedad sobre la importancia de un consumo responsable y la necesidad de un cambio de mentalidad que permita avanzar hacia un modelo más sostenible y justo para todas las personas y el planeta.

No tomar medidas para abordar el cambio climático podría tener efectos negativos en nuestra economía, ya que los impactos del cambio climático pueden afectar a sectores clave, como la agricultura, el turismo o la energía, y generar costes adicionales para la adaptación y la recuperación después de eventos climáticos extremos. Además, la creciente conciencia social y la presión internacional por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podrían afectar la competitividad de las empresas que no adopten prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Por lo tanto, abordar el cambio climático puede ser visto como una oportunidad para estimular la innovación, la eficiencia y la creación de empleo en sectores y tecnologías más sostenibles.

  • En Castilla-La Mancha se están llevando a cabo actuaciones concretas de lucha contra el cambio climático, destinándose subvenciones, por ejemplo, para la implantación de zonas de bajas emisiones, como ya ha sucedido en ciudades como Guadalajara o Ciudad Real, y para el desarrollo de actividades piloto de carácter innovador en espacios urbanos y periurbanos. ¿Cómo crees que pueden contribuir estas medidas a la mitigación del cambio climático?

Medidas de este tipo fomentan un mayor uso del transporte público y la renovación del parque de automóviles, lo que a su vez lleva a una reducción significativa en las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta reducción en emisiones contribuiría a mitigar el cambio climático. Además, estas medidas también pueden tener un impacto positivo en la calidad de vida de los habitantes de las ciudades, ya que contribuyen a reducir la contaminación, lo que redunda en una mejor salud de la población y a hacer que las áreas urbanas sean más atractivas para vivir.

  • En general, ¿qué papel crees que deben jugar las Administraciones públicas en la lucha contra el cambio climático?

Las Administraciones públicas tienen un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático, ya que son las encargadas de establecer políticas y medidas que fomenten una transición hacia un modelo económico más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Estas medidas pueden incluir, por ejemplo, la promoción de energías renovables, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en sectores clave como la industria, el transporte y la agricultura, y la gestión eficiente de los recursos naturales. Además, las Administraciones públicas tienen la responsabilidad de sensibilizar y concienciar a la población sobre la importancia de adoptar comportamientos más sostenibles y de preservar el medio ambiente para las generaciones futuras.

  • ¿Podrías comentarnos brevemente qué estudio o estudios te encuentras actualmente desarrollando, con relación al cambio climático?

En la actualidad colaboro en el grupo de investigación MOMAC (Modelización para el Medio Ambiente y el Clima) en el estudio del potencial de tecnologías emergentes para la producción de energía eléctrica a partir de recursos renovables y limpios. Por ejemplo, estudiamos la posible producción de energía con aerogeneradores flotantes y aerotransportados. También analizamos cómo estos y otros métodos de producción de energía se verán afectados por el cambio climático en las próximas décadas.

  • Por último, para terminar la entrevista, quisiéramos preguntar, ¿hasta qué punto, los pequeños gestos en nuestro día a día, pueden contribuir a la lucha contra el cambio climático?

Acciones cotidianas pueden contribuir significativamente a la lucha contra el cambio climático. La suma de pequeñas acciones individuales puede tener un impacto colectivo positivo en el medio ambiente. Por ejemplo, apagar en casa luces o dispositivos que no sean necesarios, reciclar, utilizar menos el coche, reducir el consumo de carne, entre otras, son acciones individuales que pueden tener un efecto positivo en la mitigación del cambio climático. Sin embargo, aunque es importante hacer nuestra parte para reducir nuestra huella de carbono individual, también es fundamental abordar el problema en su conjunto con políticas y acciones a nivel colectivo. Así que otra medida individual que podría contribuir a la mitigación del problema sería demandar a nuestros líderes por las vías adecuadas la implementación de políticas apropiadas.

Muchas gracias, Clemente, ha sido un placer compartir este tiempo contigo. Gracias de parte de todo el equipo de la Dirección General de Economía Circular.