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Entrevista del trimestre: Íñigo Sobrini Sagaseta de Ilúrdoz

Este trimestre la entrevista la hemos enfocado a la Evaluación Ambiental conferenciando con D. Íñigo Sobrini Sagaseta de Ilúrdoz, importante personalidad con dilatada y más que demostrada experiencia en el sector.

19 de Junio de 2023

iñigo sobrini en mesa conferencia

Una entrevista que nos muestra la importancia de la evaluación ambiental, sus avances y sus capacidades para que el equilibrio entre el progreso y la conservación sean una realidad

 Es tan amable de atendernos D. Íñigo Sobrini Sagaseta de Ilúrdoz, Presidente de la Asociación Española de Evaluación de Impacto Ambiental (AEEIA), Ingeniero Agrónomo e Ingeniero Técnico Forestal, y responsable del área de consultoría de ICMA, Ingenieros Consultores Medio Ambiente, S.L.

 

1. D. Íñigo, ¿cuándo surge la Asociación Española de Evaluación de Impacto Ambiental (AEEIA) y con qué motivación?

La Asociación Española de Evaluación de Impacto Ambiental se fundó el 12 de octubre de 1992, fecha emblemática, aunque no fue hasta 1993 que se inscribió en el Registro Nacional de Asociaciones. La intención de sus promotores fue crear una entidad asociativa en España al estilo de las “EIA Centre” que había en diversos países anglosajones, o la IAIA internacional (International Association for. Impact Assessment), con la única motivación de desarrollar la, entonces novedosa, herramienta de prevención ambiental que constituía la evaluación de impactos.

 

2. Actualmente, ¿qué tipo de actores componen AEEIA? ¿Qué ámbitos de la evaluación ambiental están representados en AEEIA? ¿Tienen “órganos ambientales” entre los asociados?

En la AEEIA cabemos todos los agentes que, de una manera u otra, participamos en los procedimientos de evaluación ambiental. Por supuesto los consultores ambientales son los más numerosos entre los asociados, en todas sus formas (consultoras ambientales o consultoras generalistas que disponen de un departamento ambiental, grandes o pequeñas, de ámbito internacional o local…). También tenemos promotores, que desarrollan planes o proyectos sometidos a evaluación ambiental. Hay órganos ambientales de la administración, también departamentos universitarios y, por supuesto, personas físicas que desarrollan su actividad en el campo de la evaluación de impactos o simplemente pertenecen a título particular.

 

3. Asociación Española, sí, pero… ¿Qué nos puede comentar de la actividad de AEEIA fuera de nuestras fronteras? ¿Qué es la Red Hispanohablante de Evaluación Ambiental y Social (RHEAS)?

La AEEIA es la filial para España de la IAIA-International Association for Impact Assessment, que es la referente a nivel mundial en este campo. Dentro de la IAIA hay diversas secciones, definidos por temas concretos (por ejemplo, sección sobre cambio climático, o de impactos sobre la salud, etc.) pero también hay diversas grupos y sensibilidades en función de la procedencia geográfica o de los idiomas. En este último sentido, existe un Secretariado Francófono y una Red de Evaluación de Impactos en Lengua Portuguesa. En ese contexto formamos, en su día, la RHEAS - Red Hispanohablante de Evaluación Ambiental y Social, en la que queremos involucrar a todos los países de habla hispana. Todavía está por desarrollar y figura entre los objetivos de la AEEIA a medio plazo.

 

4. Por lo que AEEIA percibe en el ámbito de la International Association for Impact Assessment (IAIA), ¿qué asociaciones nacionales muestran mayor actividad o mayor participación social?

En general las asociaciones nacionales más activas dentro de la IAIA se corresponden a las de los países con mayor cultura participativa y mayor relevancia de la sociedad civil. Esto suele coincidir con países anglosajones en los que, además, la evaluación ambiental está más desarrollada, fundamentalmente por la razón de que llevan más tiempo aplicándola.  En la IAIA, en la actualidad, hay 17 afiliadas territoriales, repartidas bastante uniformemente por el mundo, excepto en Iberoamérica, que se puede decir que es la gran asignatura pendiente. Hay muchos miembros de la IAIA de países iberoamericanos, pero falta representación a nivel de asociaciones nacionales afiliadas.

 

5. Como espectadores de primera fila, tanto desde AEEIA como desde la actividad de consultoría desarrollada por ICMA, toca lanzarle la pregunta que angustia a todo técnico evaluador en algún momento de su sacrificada vida: ¿sirve para algo la evaluación ambiental?

¡Por supuesto que sí! Yo soy un convencido de la evaluación ambiental porque creo que, incluso en el expediente peor tramitado de todos, gracias a este trámite, alguien ha tenido que analizar la actividad objeto de dicho procedimiento con un enfoque diferente y seguro que algo bueno ha surgido de ello. Nuestro objetivo no es tanto que la evaluación sirva para algo, que no creo que nadie hoy día lo ponga en duda, como que la evaluación ambiental sirva para lo máximo posible. Es decir, que seamos capaces de obtener, de esta herramienta de prevención, el mayor beneficio posible, en términos de evitar, minimizar o compensar impactos negativos y maximizar los positivos.  

 

6. ¿Se puede afirmar que hoy se hace mejor evaluación ambiental que en los albores de la aplicación del Real Decreto Legislativo 1302/1986, de evaluación de impacto ambiental?

Sin ninguna duda. Yo mismo me rio, o podría decir me avergüenzo, cuando releo algún estudio de impacto ambiental de los que hice en esos primeros años. Pero es normal, pues se trataba de una disciplina nueva en la que todos tuvimos que aprender. Ya se hacían estudios de impacto antes de la Ley de 1986, pero con formatos y enfoques diferentes a los que exigía un procedimiento reglado como es la EIA. Desde entonces se ha ido mejorando en todos los aspectos, en algunas épocas más deprisa que en otras, y ahora se hace mucho mejor evaluación ambiental, lo que determina que la toma de decisiones tenga en cuenta más y mejor los aspectos socioambientales.

 

7. ¿Qué asignaturas pendientes tenemos aún en España? ¿Diferenciaría entre retos para el Estado y retos para las Comunidades Autónomas?

Creo que la asignatura pendiente es la vigilancia ambiental y el acceso a la información existente. Se tramitan expedientes de evaluación ambiental que determinan una mejora considerable de los planes, programas o proyectos inicialmente planteados, pero después no siempre se realiza un adecuado seguimiento para comprobar que todo se realiza conforme a lo que determina la resolución ambiental, y que ésta era correcta y suficiente. E incluso cuando se hace adecuadamente, no se comparte la información para poder ser utilizada en posteriores expedientes. Una base de datos nacional de información ambiental a partir de datos obtenidos de expedientes de evaluación ambiental, desde las fases tempranas de inventariación ambiental hasta la últimas fases de funcionamiento, sería una herramienta espectacular para que la evaluación ambiental diera el salto definitivo para lograr el máximo de eficacia.

 

8. Nos ha dicho un pajarito que el próximo 20 de julio, en los Cursos de Verano de San Lorenzo de El Escorial, AEEIA presenta el trabajo Análisis de la eficacia de la evaluación ambiental de proyectos de energías renovables, ¿qué nos puede adelantar al respecto?

Esta es una idea que siempre tuvimos en la AEEIA: defender ante la sociedad la eficacia de la EIA como instrumento de prevención. De esa manera, no se nos percibirá como un mero trámite burocrático, y por tanto como un freno al desarrollo, sino como la mejor herramienta posible para hacer las cosas de la mejor manera posible. Con ese objetivo, a raíz del pasado CONEIA – Congreso Nacional de EIA, celebrado en 2022 en Cáceres, surgió la idea de realizar este estudio, que se le propuso al MITECO y consideró esta iniciativa muy positiva. En enero de 2023 se inició el trabajo y se están analizando más de 150 DIA de proyectos de energias renovables (eólicas y fotovoltaicas) tramitados por el MITECO, para poner en valor los beneficios que esta tramitación ha supuesto para el desarrollo de estos proyectos concretos. En el curso de verano que menciona, al que animamos a todos para que nos acompañen, presentaremos el estudio, sus resultados y conclusiones.

 

9. AEEIA ha manifestado su oposición a las innovaciones legislativas efectuadas durante 2022 destinadas a aligerar la evaluación de impacto ambiental de los proyectos de energías renovables. ¿Alguien les ha hecho caso? ¿Se dirigieron desde el Ministerio a ustedes tras sus críticas?

Realmente las innovaciones legislativas de 2022 no se destinaban a aligerar la evaluación de impacto ambiental, si no directamente a eliminarla y sustituirla por otro procedimiento, que nosotros denominamos de “autorización exprés”, y que se llamó de “determinación de afecciones medioambientales”. Desde el propio MITECO insistieron mucho en esta distinción meramente terminológica. Contestando a su pregunta, a la vista está que mucho caso no se nos hizo. Cuando se aprobó el RDL 6/2022 lanzamos una dura nota de prensa oponiéndonos a dicha norma, porque estimamos que suponía abrir una via de escape para que determinados proyectos pudieran ser aprobados sin EIA, y por tanto sin participación pública, que siempre hemos defendido que es fundamental. Tan poco caso se nos hizo, que meses más tarde se aprobó el RDL 20/2022 que lejos de rectificar, aumentaba el numero de proyectos susceptibles de someterse a este procedimiento exprés, y por tanto aprobarse sin EIA. Y así seguimos. El desarrollo nunca debe acelerarse a costa de reducir exigencias medioambientales, y estos RDL suponen un peligro para ello.

 

10. ¿Ayuda a la concienciación social de la ciudadanía sobre la necesidad y utilidad de la evaluación ambiental que rige sobre sus proyectos particulares, ver que la Administración busca fórmulas para retirar parte de esos requisitos para los proyectos que considera prioritarios, pese a sus evidentes impactos?

No solo no ayuda, sino que provoca desencanto y reticencias ante las resoluciones que toma la Administración. Creemos que, además, es muy peligroso incluso para los promotores, porque es muy probable que los proyectos aprobados con procedimientos innovadores (como los llamó usted en su pregunta anterior) acaben en los tribunales, lo cual es un desatino. Incluso si los jueces acaban por dar la razón a promotores y Administración, se habrá perdido mucho tiempo y esfuerzo en la resolución del pleito. Pero si finalmente ocurre, como acaba de suceder con varios parques eólicos en Galicia, que se da la razón a los demandantes y se anula la autorización de un proyecto concreto, es un desastre para su promotor y para la Administración que lo tramitó.

 

11. A su juicio, ahora que no nos oye nadie, ¿qué se ha hecho mal en este proceso de fomento e implantación de proyectos de energía renovable?

En mi opinión no ha sido buena idea aprobar los proyectos con el único criterio de ser el primero que llegó. Se han aprobado proyectos que no eran los mejores posibles, pero en ese momento eran los únicos planteados. Esto se habría evitado si se hubiera realizado una planificación previa con criterios ecológicos, en su más amplio sentido. Es decir, considerando aspectos ambientales, pero también sociales y territoriales. Una evaluación estratégica de cómo se planteaba esta implantación de las renovables en el territorio habría evitado muchos de los problemas que están empezando a surgir ahora, y que lamentablemente creo que van a ir a más en el futuro inmediato, conforme la gente vea aparecer en sus entornos estos proyectos.

 

12. El seguimiento y vigilancia ambiental de los proyectos cuya evaluación ambiental se ha podido hacer de forma ultrasimplificada o a carreras, ¿nos ofrece aún posibilidades para evitar, reducir o compensar impactos? Díganos que sí…

¡Por supuesto que digo que sí! La evaluación ambiental abarca dos fases muy diferenciadas: el análisis previo de las actuaciones y su vigilancia ambiental posterior. El haber fallado en la primera fase no significa que no se pueda aplicar la segunda correctamente. Con un buen seguimiento se pueden corregir errores previos, como así se recoge expresamente en la normativa de evaluación ambiental, que contempla la posibilidad de revisar las declaraciones a posteriori.

 

13. Hemos citado “compensar” impactos… ¿Qué reflexión nos podría hacer sobre el uso de las medidas compensatorias en las evaluaciones ambientales de los proyectos? ¿Peaje ambiental? ¿Financiación extra para las actuaciones ambientales que los presupuestos de la Administración no son capaces de respaldar? ¿El billete para la viabilidad ambiental de cualquier proyecto?

El tema de las compensaciones siempre es susceptible de crear controversias. Tenemos que partir de la base de que cualquier proyecto provoca impactos, y que no todos son evitables al cien por cien. Pese a todo, como sociedad, podemos libremente optar por autorizar ese tipo de proyectos. Quizá suene grandilocuente, pero es la realidad, puesto que al final la Administración en sus autorizaciones aplica unas normas y directrices que le dictan los políticos, que elegimos los ciudadanos, es decir “la sociedad”. En estos casos, si no podemos evitar los impactos, al menos compensémoslos. La forma de hacerlo puede interpretarse como se quiera (peaje, financiación extra, via libre…), pero para mí la compensación de impactos no es más que conseguir que un proyecto sea asumible por la sociedad.

 

14. Buscando que ponga tareas también para las consultoras ambientales, ¿qué retos tienen que afrontar? ¿Para cuándo documentos concisos, bien elaborados y objetivos? ¿Qué podemos hacer desde los órganos ambientales para avanzar en esa dirección?

Por su pregunta interpreto que considera que no presentamos documentos concisos, ni bien elaborados, ni objetivos ¡discrepo totalmente! Por supuesto que hay casos en los que esto ocurre, pero creo que, afortunadamente, cada vez son menos frecuentes.

En mi opinión, y quizá me estoy disparando un tiro en el pie, la Administración debería ser más exigente y no admitir documentos si estima que son de calidad insuficiente. Pero para ello debe fijar bien los estándares de calidad que estime suficientes, y además exigirlos por igual venga el proyecto de quien venga. De esa manera, los promotores sabrían bien a qué atenerse y con ello exigir a sus consultores ambientales que cumplan con esos estándares, y por supuesto, pagar por ello lo que sea necesario, en un libre mercado como el que tenemos.

 

15. Cambiando de tercio, y aprovechando que ICMA es una empresa que lleva registrada en EMAS casi veinte años, ¿qué ventajas han descubierto en mantener este distintivo ambiental?

Para nosotros fue una cuestión de compromiso personal. No podemos defender que se hagan bien las cosas e intentar vender estos criterios a nuestros clientes, si no nos lo aplicamos a nosotros mismos. Es cierto que con los sistemas de gestión ambiental (ISO 14001 y EMAS) ocurre como con la evaluación ambiental, que pueden convertirse en un mero trámite. Pero si se plantean adecuadamente, siempre se saca algo positivo de ello. Para nosotros estar certificados bajo los estándares EMAS nos permite acompañar mejor a nuestros clientes en su proceso de búsqueda de la sostenibilidad.

 

16. ¿Qué barreras o frenos considera que existen para que las empresas se animen a registrarse en EMAS? ¿Qué nos propondría para fomentarlo?

EMAS, como otros procesos de normalización, quizá peque de excesiva rigidez y dificultad de acomodación a cada caso concreto. El gran reto es conseguir que implantar un sistema de gestión, bajo la norma EMAS o cualquier otra, no suponga una carga añadida de papeleo, sino que sea una manera más eficaz de realizar procesos en las empresas, y que se recoja en la gestión que ya se venía haciendo. Pero lamentablemente me temo que no tengo una fórmula mágica para conseguirlo.

 

17. Por último, como a todos nos gusta viajar, le preguntamos: ¿dónde nos vamos para el próximo CONEIA? ¿Qué orientación preliminar se le pretende dar?

Efectivamente desde la AEEIA ya estamos organizando el próximo CONEIA, que en esta ocasión se celebrará en Vitoria, del 10 al 12 de abril de 2024. Los delegados territoriales de la AEEIA en el País Vasco han conseguido involucrar en la organización a las diferentes administraciones (Gobierno Vasco, Diputación Foral de Álava y Ayuntamiento), además de a la Universidad del País Vasco y a empresas locales muy potentes, y conformaron una candidatura irrechazable. Estamos seguros de que va a ser un CONEIA muy provechoso para todos los que asistan, que queremos dedicar especialmente a la sostenibilidad en sentido amplio, y cómo la evaluación ambiental puede ayudar a conseguirla, en el marco de los ODS. Próximamente abriremos la convocatoria para que se presenten propuestas concretas de sesiones, porque tal y como ya hicimos en Cáceres en el anterior CONEIA, queremos que el programa se conforme por los propios asistentes y entidades partipantes.

 

Le agradecemos enormemente su participación. Sin duda, tendrá un impacto ambiental positivo.