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EL GOBIERNO APUESTA POR LA GESTIÓN DE LOS RESIDUOS TEXTILES

Según datos de Naciones Unidas, la industria de la moda es responsable del 8-10 % anual de las emisiones de CO₂ globales, una cifra que supera a la de todos los vuelos internacionales y transporte marítimo juntos.

27 de Julio de 2022

ropa colgada

Sin embargo, son muchas las empresas que están intentando cambiar este rumbo hacia la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente introduciendo estrategias tendentes a una economía circular.

Conocedores de este reto, al que se enfrenta la sociedad en su conjunto, el pasado 8 de julio, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, anunciaba que el gobierno central destinará cien millones de euros para la cadena de valor y la gestión de residuos de la industria textil.

Este anuncio se producía en una jornada sobre el sector denominada "Retos del sector textil y de la moda en el ámbito de la sostenibilidad", organizada por el Centro de Finanzas Responsables y Sostenibles (Finresp) y el Observatorio del Sector Textil y de la Moda.

La intención de este impulso económico no es otro que fomentar el uso de materias primas recicladas o de origen renovables, realizar inversiones en las cadenas de valor y la gestión adecuada de los residuos que esta industria genera.

Resaltaba, y es de gran importancia, la labor de concienciación que ha de realizarse para que, entre toda la ciudadanía, se obtengan los resultados esperados, punto también resaltado por la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental, Marta Gómez Palenque, que ha recalcado la relevancia del consumidor y la importancia de la concienciación sobre los productos.

El consumidor tiene que tener la información suficiente para comprar con garantías y ha de eliminar los prejuicios que conlleva el uso de material de segunda mano. Debe ser conocedor de que, si la fibra original es de mala calidad, el reciclaje es más difícil o imposible y es difícil revender o remanufacturar porque su vida útil es muy corta.

La industria tiene un largo camino por delante y mucho margen de mejora teniendo en cuenta que, actualmente, es un porcentaje mínimo de fibras el que se recicla, y los consumidores tenemos otro, no menos importante que es el de cambiar el paradigma actual y convertir la compra de prendas de segunda mano en un acto de orgullo y admiración porque, realmente, lo es.