Plan de reducción del desperdicio alimentario en Castilla-La Mancha
El problema del desperdicio alimentario es asumido por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha de una manera transversal
1 de Octubre de 2024
Muchas son las estrategias de diversa índole las que reflejan la necesidad de medidas en este ámbito, pero es toda la ciudadanía la que debe actuar en consecuencia para obtener resultados satisfactorios.
El diagnóstico realizado en la Región de cara a la elaboración de la Estrategia de Economía Circular desprendió la necesidad de establecer una serie de objetivos para alcanzar la circularidad buscada. Uno de estos objetivos se concretó en la necesidad de la reducción de la generación residuos de alimentos en toda cadena alimentaria (hogar, consumo minorista y cadenas de producción y suministro) en un 50% respecto al año 2020.
Con este propósito, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha estableció, a través de su Decreto 19/2019 que, la Administración Regional, a través de la Consejería competente en materia de consumo, elaboraría anualmente un Plan de reducción eficiente del desperdicio alimentario cuya ejecución corresponde al Foro Regional de reducción del desperdicio de alimentos que realiza el seguimiento de las actuaciones además de ser el ente de coordinación, cooperación e intercambio de información y sinergias entre los diferentes actores implicados.
En base a lo anterior, el pasado 1 de octubre fue publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha el Plan anual de reducción eficiente del Desperdicio Alimentario en Castilla-La Mancha para el 2024 y que recoge, para este año, una serie de medidas dentro de sus ejes de conocimiento, gestión, divulgación y cooperación.
En lo que respecta a esta Dirección General de Economía Circular y Agenda 2030, el Plan Anual 2024 pretende el desarrollo de iniciativas incluidas en la estrategia de economía circular de Castilla-La Mancha 2020-2030 tales como el fomento del ecodiseño para alargar la vida útil de los productos y evitar la obsolescencia programada y la elaboración de dos guías prácticas de consumo responsable, una para agentes de la cadena y otra para el sector público, hogares y entidades con actividades de restauración; ambas con perspectiva de género (acciones que contribuyan a un cambio de actitudes, procedimientos de trabajo y sistemas de gestión con objetivo de reducir el desperdicio alimentario y las presiones ambientales). También se incluye el desarrollo de iniciativas conjuntas en el marco de la Estrategia de Educación Ambiental de Castilla-La Mancha: Horizonte 2030, de manera que se generen sinergias entre ambas Estrategias y el desarrollo de iniciativas en el marco de la Estrategia Regional sobre Gestión de Biorresiduos de Castilla-La Mancha, en concreto en lo que se refiere a la aprobación de normativa específica para reducir el desperdicio alimentario.
La línea de sensibilización incluida en el eje de divulgación promueve el desarrollo de actividades e iniciativas sobre consumo y compra responsable, alimentación saludable y desperdicio alimentario de todas las Consejerías de la Junta de la Comunidades de Castilla-La Mancha y entidades con competencias en estas materias y la línea de redes solidarias de distribución, de su eje de cooperación, fomenta la donación de excedentes del canal HORECA y comedores escolares.
La importancia de la colaboración también se refleja en este Plan Anual de reducción con el impulso de acuerdos institucionales y colaboraciones público-privadas en un esfuerzo conjunto de la ciudadanía por alcanzar unos objetivos que redundarán en beneficio de todos y todas y en la creación de una sociedad más justa, solidaria y sostenible.