Recogida separada del textil
La moda ya no es rápida, es ultrarrápida y su avance sin mesura está ocasionando graves consecuencias a las que se debería intentar poner remedio
21 de Enero de 2025
Este mes de enero de 2025 comienza la obligatoriedad de la recogida separa del residuo textil lo que dará inicio a un problema de acumulación que no tiene fácil solución
EL consumo sin control de prendas de ropa baratas, la falta de concienciación por parte de la ciudadanía y el bajo coste de estas prendas están llevando al cierre de muchas empresas que no pueden sobrevivir por el aumento de los costes tanto de la mano de obra como de los tratamientos necesarios para poder reciclar los textiles. La recogida, la clasificación y el propio tratamiento de reciclaje siguen en aumento de costes mientras que las demandas de ropa usada disminuyen debido a la ingente cantidad de excedente textil que ha colapsado hasta a los destinos habituales de estos materiales. A esto hay que añadir que las plataformas de ropa barata y de mala calidad, con materiales difícilmente reciclable, siguen ofertando sus productos a muy bajo coste con lo que, ni siquiera la opción de segunda mano es barajada por la ciudadanía, tan solo por esa parte concienciada y capaz de valorar el producto y su calidad frente a torrente de ropa que no nunca entrará en el mercado de segunda mano por su baja calidad y que es imposible reciclar por sus mezclas textiles.
La solución es difícil pero necesaria, los Sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) no comenzará su andadura hasta el 2027-2028 y, hasta entonces, ¿qué?
La solución no es única, son muchas piezas las que se han de mover para que el sistema funcione, no sólo es necesario más legislación, que lo es, pero teniendo en cuenta los plazos necesarios para que las normas sean firmes, toca ampliar opciones de actuación como la concienciación de la ciudadanía que ha de conocer lo que suponen sus actos: aumento de residuos, contaminación de aguas, condiciones indignas de trabajo, uso inadecuado de los recursos…pero eso no es todo, las empresas que venden ropa de características inadecuadas deberían afrontar impuestos superiores, al menos hasta que los RAP entre en juego. En cuanto a los recicladores y el conjunto de empresas y asociaciones involucradas en la cadena de recuperación del textil, deberían ser apoyadas para evitar su desaparición y los fabricantes obligados a incluir material reciclado en un alto porcentaje en sus prendas nuevas.
La Estrategia para textiles sostenibles y circulares necesita su puesta en marcha con todo lo que contempla pero, mientras tanto, los textiles se acumulan, colapsan los almacenes y la situación empeora. El momento de la acción no debe demorarse.