Sistema de Depósito Devolución y Retorno
21 de Agosto de 2025

Y con esta medida se conseguirán otros objetivos, como el de evitar basura dispersa de esta índole
Cuando nuestros mayores nos decían que esto era insostenible pensábamos que estaban equivocados pero no, en muchas cosas el tiempo les está dando la razón y es que, al final, como no conseguimos los objetivos marcados, toca imponer otras medidas ya contempladas.
El informe publicado en noviembre del pasado año (2024) por parte del MITERD en cuanto a la recogida de botellas de plástico de un solo uso para bebidas (SUP) muestra que, del total estimado de 214.039 toneladas de botellas de plástico que entraron en el mercado español en 2023 apenas se recogieron 90.000 toneladas lo que sitúa la tasa de retorno en un 42%, muy por debajo del 70% que se tenía por objetivo según el artículo 59 de la ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados.
La consecuencia no es otra que la aplicación del apartado 2 del mismo artículo que determina que, en el caso de no alcanzar los objetivos para 2023, se implantará, a nivel nacional y en un plazo de dos años, un sistema de depósito, devolución y retorno para estos envases, que garantice el cumplimiento de los objetivos.
En respuesta a estas necesidades, el pasado mes de julio se presentó en Madrid, la Asociación SDDR para España, respaldada por entidades como FIAB, AECOC, ASEDAS, ANFABRA, ANEABE, Cerveceros de España, Zumos y Gazpachos de España y ANGED, que apuesta por un modelo colaborativo, abierto y coordinado con las administraciones públicas y los ciudadanos porque, aunque en otros países de Europa ya hay implantado este modelo, la situación de España es particular y hay mucho trabajo por hacer.
La ciudadanía tiene que tener la información necesaria para poder obrar en consecuencia, pero, además, los puntos de depósito han de ser accesibles y eficientes porque no sólo hay que poner el sistema en funcionamiento sino hacer que funcione. Por ello es necesario que los agentes implicados y la administración trabajen de manera coordinada.
No nos engañemos, el camino no va a ser fácil pero los inicios no suelen serlo. Nuestros mayores lo recuerdan con las botellas de vidrio, ahora nos toca a nosotros y al plástico.
La colaboración de la ciudadanía es esencial, pero todos los engranajes están llamados a la acción para alcanzar el objetivo del 90% para el 2029. Pongamos en marcha la rueda.