Como cada año, los supercirculares vuelven a los centros educativos pero este año traen compañía, Gneración circular, y es que los chicos y chicas de secundaria también quieren hacerse oir. Este concurso, que alcanza ya su cuarta edición, pretende implicar a toda la comunidad educativa desde el alumnado hasta el profesorado sin olvidar el importante eslabón de las familias en la concienciación y la adopción de hábitos en el cuidado del medio ambiente centrándose, cada año, en un objetivo. Este año el reto son los textiles y sus residuos, un problema cada vez más importante.

El concurso pretende que, a través del juego, de una manera lúdica, desde los centros educativos se aporte a las y los escolares los conocimientos para que, con su imaginación y entusiasmo, inventen, realicen, proyecten métodos, acciones, ideas, anuncios que creen la concienciación necesaria en torno a los textiles y sus residuos.

Como novedad, los nuevos participantes, los de la era digital, la generación adolescente, la Gneración circular, con su pensamiento crítico plantearán soluciones diferentes a problemas cotidianos que, estamos seguros, nos sorprenderán, por eso les damos voz a través de un formato en el que ellos y ellas se sienten cómodos, las redes sociales.

Al igual que las ediciones anteriores, el concurso valorará aquellas iniciativas que se lleven a cabo en grupo, desde los centros (CEIP) y que serán grabadas y expuestas a través de la plataforma de YouTube de la Consejería de Desarrollo Sostenible. Por su parte los adolescentes (IES), en grupos de máximo 3 componentes, expondrán sus iniciativas, proyectos, anuncios o ideas en Tiktok invitando a la ciudadanía a adoptar estrategias relacionadas con la vida útil de los textiles.

Desde la Dirección General de Economía circular y agenda 2030 y la consejería de Educación cultura y deportes estamos convencidos de que los niños, las niñas y la juventud en general tienen mucho que decir. Démosle alas y dejemos que su ímpetu nos contagie; nos van a mostrar lo fácil que es comenzar a caminar en la senda de la circularidad con los textiles.