La situación del Textil
Preocupa que, menos del 1% de los residuos textiles, en todo el mundo, se reutilice en nuevos textiles
30 de April de 2024
España es el cuarto país que más residuos textiles posconsumo genera, estando muy por debajo de la media europea en el porcentaje de recogida, con sólo un 21% del total
Es conocido el impacto negativo de la industria del textil (el cuarto mayor impacto negativo sobre el medio ambiente y el cambio climático, y el tercero más elevado en el uso del agua y del suelo desde la perspectiva del ciclo de vida a escala global) y, sin embargo, el consumo de prendas de vestir y calzado se prevé que aumente en un 63% de aquí a 2030 y eso que ya casi se duplicó su producción mundial entre el año 2000 y el 2015. Además, esta industria no está exenta de los microplásticos y es que, su desprendimiento en los tejidos sintéticos y el calzado durante todas las fases de su ciclo de vida aumenta, aún más, el impacto negativo de este sector.
En la UE, el sector textil y de la confección es significativo para la economía, pero está compuesto, en su mayoría, por pymes que han de apostar por la innovación, la sostenibilidad y la circularidad del sector para ser punteras a nivel mundial y, por lo tanto, elegidas. La transformación del sector es necesaria y la normativa europea así lo impone; en 2025 la recogida selectiva del textil será obligatoria y la gestión de estos residuos, también. Por ello, es necesario el trabajo conjunto de los distintos agentes de la cadena de valor.
Actualmente se desechan unos 11kg de producto textil por persona debido, en gran parte, a la tendencia conocida como moda rápida o fast fashion. En las fábricas, entre el 25 y el 40 % de todos los tejidos utilizados son sobrantes o se convierten en residuos y, alrededor del 20 % de los textiles usados recogidos selectivamente en Europa, se degradan para su uso como toallitas para fines industriales u otras aplicaciones, mientras que el resto (80%) se pierde.
Las razones pueden ser los bajos índices de uso, reutilización, reparación y reciclaje de fibra a fibra de tejidos. Está claro que hay que seguir desarrollando tecnologías, no sólo de clasificación sino también de reciclaje, pero el primer paso es la reducción de residuos y eso conlleva aumentar la vida útil de los productos textiles donde el diseño inicial, ecodiseño, entra en juego. La composición, las fibras utilizadas, su mezcla y las sustancias químicas dificultan el reciclaje siendo necesaria la investigación y la innovación en este tipo de maquinarias y sistemas que sean capaces de la máxima recuperación de las fibras con la mínima degradación.
La colaboración de la ciudadanía en la clasificación inicial de los residuos es muy importante, así como los sistemas voluntarios desarrollados por la Comisión entre los que se encuentran los criterios ecológicos para la concesión de la etiqueta ecológica de la UE a los productos textiles y los criterios de contratación pública ecológica de la UE aplicables a los servicios y los productos textiles que incluyen requisitos ambientales (tales como productos duraderos, buena calidad, restricciones de sustancias peligrosas, etc.) dando información para un comportamiento consciente a la hora de las compras de material textil.
Con esto, la ciudadanía tiene, como en la mayor parte de los casos, la última palabra y es que, estar a la moda también es darse cuenta de los residuos que se generan y actuar.
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